Transferencia 4FIV: Ya somos 3

El miércoles 24/02  tuvo lugar mi transferencia. Por fin, en ese mágico día nos trajimos a casa nuestra "estrella" y desde entonces podemos decir que ¡ Ya somos 3!

Desde buena mañana amanecí muy nerviosa. Sabia que en pocas horas desvitrificarían a nuestra "estrella" y tenia absoluto terror a que no fuese bien. Llevaba días que la mente flaqueaba y todo ese autocontrol que había conseguido hasta el momento lo estaba perdiendo. La doctora en la última visita me dijo que si no recibía llamada alguna antes de las 13h, querría decir que todo estaba bien y nos veríamos a las 18.20h  para hacer la transferencia.

Ambos salimos de casa con nuestros súper calcetines mágicos puestos. Ya lo habíamos hablado y decidimos que los llevaríamos durante todo el día, para darle fuerza y energía a nuestro pequeño.

Como casi cada día maridin me llevó al trabajo en coche. La radio de fondo fue lo único que nos acompañó durante el viaje. Ambos estábamos nerviosos y no trazamos palabra alguna. Nos despedimos el uno del otro con un súper beso y la esperanza de encontrarnos en poquitas horas para ir en busca de nuestro pequeño blasto.

En el trabajo la mañana no transcurría. El maldito reloj de la oficina parecía que se había parado en el tiempo. No había manera de concertarme en nada. Mi mente y mi mirada sólo estaban fijadas en el móvil. Tenia tantísimo miedo a que sonara.... temía tanto recibir esa llamada. Fueron largas horas de lucha con mi interior por mantenerme positiva.

Por fin llegaron las 13h y no hubo llamada alguna ¡Aleluya! Noté liberalmente como mi cuerpo, en bloque, descansó.

Llegamos a la clínica cerca de las 17.30h, más de media hora antes de la transferencia. Esa semana había vaga de transporte público y a pesar de no vivir muy lejos de la clínica, no quisimos arriesgarnos a encontrar caravana.

Nos pasaron a la habitación y la enfermera nos entregó un folleto con las recomendaciones para llevar una betaespera "mejor" ejem ejem ¡como si se pudiera llevar bien! - pensé.

Maridín y yo nos vestimos para entrar a quirófano  y ¡alé! ¡A esperar! Ahora si que si, esa espera sabia a gloria! Pasamos los minutos entre carantoñas por aquí, fotico por allá, risa por aquí y sorbito de agua por allá.

Por fin nos vinieron a buscar y nos llevaron a quirófano. Una vez dentro, paso la bióloga y nos dio el parte de nuestro embrión:

- Embrión en estado blastocito, a D5, había desvitrificado perfectamente y sin fragmentación. Era un embrión bonito (palabras textuales de la bióloga)

Nos enseñó su primera foto y que decir chicas.... nos pareció un blasto precioso.

La doctora me pregunto como íbamos de pipi. Yo le dije que chip chip. Había bebido algo más de medio litro en la última media hora pero no me notaba con muchas ganas. Me dijo que no me preocupara que antes de hacer la transferencia haríamos ecografia para ver como estaba mi vejiga.

Me tumbé en la camilla y la ecografia confirmo que estaba bien de pipi. Esas ganas imperiosas de orinar seguramente aparecería en unos diez minutos.

Maridín ocupo su puesto, a mi verita, en la parte derecha y nos dimos la mano.

A través de una pantalla pudimos ver como la bióloga cogía a nuestro pequeño blasto con una cánula y nos lo traía. En pocos segundos la doctora realizó la transferencia y ¡Porfin teníamos a nuestra estrella con nosotros!

Ese momento fue mágico. En tan pocos segundos llegas a sentir tantos sentimientos y sensaciones inexplicables.

El equipo medico nos deseo mucha suerte y me dejaron 3 minutos en la camilla con maridin hasta que me traspasaron a otra camilla y me llevaron a la habitación. Allí hice reposo de 20 minutos y nos fuimos para casa.

A partir de aquí entraba en escena la temida "betaespera". Me recomendaron hacer reposo relativo ese día y a partir del día siguiente vida totalmente normal evitando realizar grandes esfuerzos o ejercicios bruscos que pudieran contraer el útero, relaciones sexuales y baños sumergidos.

Nuestra primera foto familiar :-)