miércoles, 9 de marzo de 2016

Beta: 05/03 Un día Innolvidable

La beta oficial en IVI estaba programada para el lunes 07/03. Maridin y yo al día siguiente de la transfer decidimos que esta vez preferíamos hacernos la beta en fin de semana. Empezamos a buscar una clínica de analíticas para hacerla el sábado 05-03, donde nuestra pequeña estrella tendría 15 días.

Las anteriores betas siempre habían caído entre semana y la experiencia no había sido de lo más agradable. En mi caso, la beta siempre me la hacían a primera hora de la mañana pero la clínica no nos comunicaba el resultado hasta la tarde. Esas horas se hacían interminables y el manojo de nervios que te hacen pasar es inhumano. Además nos pillaba trabajando a ambos, separados y sinceramente, recibir una noticia tan importante por un canal tan frío como es el teléfono y encima en un ambiente tan hostil como es el trabajo.....Para bien o para mal, esta vez, queríamos recibir la noticia estando juntos, en nuestro hogar o en un ambiente más cálido y acogedor dónde poder llorar de felicidad o de tristeza.

Al principio no queríamos comentárselo a nadie pero al final no pude evitarlo y se lo comenté a mi madre y hermana.

Al día siguiente recibí un whatsapp de mi hermana diciéndome que ella me podía hacer la beta en el hospital dónde trabaja. Tenia confianza con uno de los médicos y si queríamos nos hacia la petición urgente y en menos de 1h teníamos los resultados.

No os negaré que al leer el mensaje mi mente voló y empecé a imaginarme a mi hermana dándonos la noticia de la beta positiva....buff piel de gallina. Rápidamente le dije que si.

A pocos días de la beta, ese plan ya no me pareció tan buena idea. El dolor de espalda durante toda la betaespera, los NO síntomas, los nervios, la cabeza que empezaba a pensar en un posible negativo... todo ello hizo que me invadiera una sensación de presión y tristeza por imaginar el papelón que tal vez le tocaría vivir a mi hermana dándonos una mala noticia....sinceramente se me caía el alma al suelo de imaginarme aquello. Bastante mal ya lo habíamos pasado nosotros las otras veces como para tener que meterla a ella en esto...

Llegó el sábado 05/03. Llegó el día. Maridin y yo nos calzamos de nuevo nuestros súper calcetines mágicos. Aquel día más que nunca los necesitábamos.

Mi hermana por la mañana trabajaba y al mediodía iba a casa de sus suegros a comer porque celebraban un cumpleaños. Me comentó que sobre las 18.30h-19.00h la pasáramos a buscar y así nos íbamos al hospital a hacernos la beta. Nosotros fuimos a casa de mi madre a comer y así nos haciamos compañía mutuamente. Estuvimos los tres sentados en el sofá y viendo la tv, intentando pasar las horas. Por fin mi hermana nos escribió un whatsapp y nos dijo que fuéramos a buscarla.

Llegamos al hospital. Mi hermana iba delante abriéndonos camino ente los pasillos y las diferentes salas. Maridin y yo íbamos cogidos de la mano andando detrás sin lidiar palabra. Por fin llegamos a la sala de UCI. Mi hermana es enfermera de esa planta. Entramos y pasamos a la sala de enfermería donde estaban todos sus compañeros reunidos merendando y haciendo su más que merecido descanso. Nos presentó y ellos amabilisimamente nos invitaron a sentarnos y tomar un café. Agradecimos la invitación pero los nervios que teníamos encima nos habían cerrado completamente el estómago. Varios de ellos ayudaron a mi hermana a prepararlo todo. Entramos en una habitación que estaba libre y en un plis plas mi hermana me había sacado sangre con una habilidad totalmente desconocida para mi. Fue ágil, rápida y sin dolor. ¡Un 10 para ti sister!

Ahora quedaba esperar esa larga hora para saber el resultado final. Decidimos ir a la cafetería del hospital. Por suerte no estaba muy llena, nos sentamos en una mesa y tomamos un café. Cada 5 minutos mirábamos el reloj. Pasada media hora, mi hermana decidió ir a mirar el ordenador a ver si ya habían salido los resultados. ¡DIOS! Ahí si que el corazón empezó a cabalgar tan fuerte que parecía que se nos iba a salir por la boca. El pulso nos iba a mil por hora.
Maridin y yo nos quedamos en la cafetería. Nerviosos y sin soltarnos la manos pasaban los minutos. Solo hacíamos que mirar la puerta de entrada. Sabíamos que la cara de mi hermana seria el reflejo del resultado.
De repente sonó mi teléfono....... era mi hermana! ¿En serio nos iba a dar la noticia por teléfono? Nos desconcertó.
Lo cogí. Os podéis imaginar como estaba, me temblaba hasta la voz. ¿Cómo? ..... Resulta que el laboratorio había comunicado que la petición no se podía tramitar como urgente ya que en el hospital no hay planta de obstetricia ni maternidad. Por tanto no tendríamos el resultado de la beta hasta el lunes! Me quedé congelada. Si mi hermana me llega a pinchar en ese momento os aseguro que no saca ni una gota de sangre!
Me comenta que si queremos podemos llevar la muestra de sangre a otro Hospital cercano que lo hacen al momento. Que allí ahora había una compañera que recientemente la habían cambiado y nos podía hacer el favor. Le dije que daba igual y que no se preocupara. Era muy tarde, cerca de las 20h de la noche. Le dije que mañana ya nos haríamos un test o buscaríamos alguna clínica de análisis que abriera en Domingo. Mientras se lo explicaba a maridin, quien iba poniendo cara de incredulidad, apareció mi hermana con el bote de sangre ya centrifugado en la mano.
Nos dijo que sus compañeros habían enviado la petición al otro hospital y nos estaban esperando. Que teníamos que llegar antes de 30 minutos para que la sangre no coagulara. Pues ya os podéis imaginar como fuimos todo el camino. Run run, el coche volaba!
Llegamos y mi hermana entregó la muestra a su antigua compañera. Bajamos a esperar el resultado a la cafetería del hospital. Nada más entrar en el comedor, tanto a maridin como a mi nos llamó la atención unos cuadros que había. Uno mostraba la imagen de semillas de anís estrellado y el otro también reflejaba otra imagen en forma de estrella... ¿significaría algo?

Ya eran las 21:00h de la noche. El comedor del hospital estaba vacío. Estábamos agotados, los nervios nos estaban dejando sin energía. La espalda me dolía a rabiar. La espera se estaba haciendo durísima. A las 21:07h sonó el whatsapp de mi hermana. Era su antigua compañera, ya tenia los resultados. Había llegado la hora...

Subimos a la primera planta. Íbamos decididos a entrar con mi hermana pero en el último momento me entró el miedo y me pare. Le dije que nos quedábamos fuera, que entrara ella. Mi hermana picó al timbre que habría la puerta para entrar a la UCI. Allí se encontraba su compañera con los resultados.

No veíamos nada. Solo escuchamos como aquella chica abrió la puerta y 2 segundos más tarde la cerró. Maridin y yo nos abrazamos y cerramos los ojos. Os aseguro que en aquel momento nuestros corazones dejaron de latir y nuestros pulmones de dejaron de respirar....  10 segundos más tarde apareció mi hermana en el fondo de aquel pequeño pasillo llorando desconsoladamente, con el resultado de la beta en la mano y  diciéndonos: QUE SIIII

Nos abrazamos los 3. Nos podíamos para de llorar. Yo le repetía una y otra vez a mi hermana: ¿SI? y ella ¡SI! Estas EMBARAZADA!!!!

BETA DE 289! Estábamos alucinando...

Miré a mi marido y le dije:

Cariño lo hemos conseguido. Nuestra pequeña estrella nos ha escogido, se ha quedado con nosotros! TE AMO!

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